Menu

Solo falta que la IA conozca mi humor para entonces mostrarme o no mis correos, o sugiera una pausa para escuchar un speech motivador cuando detecte un día estresante. Eso suena como una película de ciencia ficción, ¿no? Pero, ¿qué pensarías si te dijera que ya existe?

Ana Peña 
Wired - 2 de agosto de 2024

Hace poco tomé la decisión de jubilar mi antigua computadora, después de cuatro años, ya era hora de darle un merecido descanso. Por supuesto, como amante de la tecnología, mi primera opción fue una AI PC, es decir, una computadora con inteligencia artificial (IA). Y la verdad es que no me equivoqué en esta elección porque, con tan solo unos días de uso, ha aprendido qué hago primero al encenderla, cuáles son las aplicaciones que más utilizo, cómo es mi fisonomía –para mejorar el recorte de mi fondo durante las videollamadas–, entre otras funciones. Inevitablemente me surgió una pregunta: ¿podría mi AI PC aprender más sobre mí?

Estos días, trabajando y probando las capacidades de mi nueva computadora, debo confesar que se han sentido como un abrazo a mi alma geek. Mi nueva laptop me ha simplificado un montón de tareas a través de automatismos y sugerencias extraídas de mis hábitos de uso. Ya solo falta que mi PC sepa mi humor para mostrarme los correos más importantes primero o que me sugiera una pausa para escuchar un speech motivador cuando detecte un día estresante. Eso suena como una película de ciencia ficción, ¿no? Pero, ¿qué pensarías si te dijera que ya existe?

Inteligencia artificial, mi futura amiga

La idea de que la IA no solo entienda nuestras palabras, sino también nuestras emociones, ya no es cosa de sci-fi. Ya sé que a veces es muy difícil procesar tantas nuevas tecnologías en tan poco tiempo, pero tal vez sea la propia IA la que te ayude a analizar todos estos sentimientos encontrados.

En CES 2024 me sorprendió la presentación de un robot para el hogar que incorpora inteligencia artificial empática. Este robot puede reconocer las emociones de las personas para facilitar una interacción más natural y fluida entre humanos y máquinas. Imagina llegar a casa después de un largo día de trabajo, cansado y con niveles altos de cortisol evidentes en tus gestos y voz. En ese momento, el robot ajusta los focos para crear un ambiente relajante, ajusta la temperatura a un nivel agradable y comienza a reproducir una playlist con tus canciones favoritas para animarte. Todos los dispositivos inteligentes en casa se ajustan a tu estado de ánimo, gracias a la IA empática de tu robot. ¡Te amo, tecnología!


Lee aquí la nota completa

Go Back