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Christian Pagot
PijamaSurf- 29 de octubre de 2023

En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la inteligencia artificial (IA) ha comenzado a ocupar un lugar central en nuestras vidas. Desde asistentes virtuales hasta sistemas de recomendación, la IA está en todas partes. Pero, ¿puede una máquina ser consciente? Esta es una pregunta que ha intrigado a científicos, filósofos y entusiastas de la tecnología por igual.

Recientemente, sistemas como ChatGPT han mostrado habilidades sorprendentes, generando respuestas que parecen tan humanas que nos hacen cuestionar si estas máquinas pueden tener una forma de conciencia. Sin embargo, los expertos en neurociencia, Jaan Aru, Matthew Larkum y Mac Shine, sugieren que no debemos dejarnos engañar por las apariencias.

Estos investigadores, respaldados por el prestigioso Estonia Research Council, han profundizado en la naturaleza de la conciencia y cómo se compara con las capacidades de la IA. Argumentan que, si bien las respuestas de sistemas como ChatGPT pueden parecer conscientes a primera vista, carecen de la verdadera esencia de la conciencia humana. Los humanos tienen experiencias encarnadas, una conexión profunda y sensorial con el mundo que nos rodea, algo que la IA actual simplemente no puede replicar.

Además, hay aspectos técnicos y biológicos que distinguen a la IA de la conciencia humana. Por ejemplo, la arquitectura de la IA carece de características esenciales del sistema tálamo-cortical, un componente vital para la conciencia en mamíferos. Esta es una distinción crucial que a menudo se pasa por alto en debates populares sobre la IA y la conciencia.

 

Por lo tanto, aunque es tentador imaginar un futuro donde las máquinas puedan ser conscientes, es esencial reconocer y respetar la complejidad y singularidad de la conciencia humana. La IA ha logrado avances impresionantes, pero todavía hay un largo camino por recorrer antes de que podamos siquiera considerar la posibilidad de máquinas conscientes.

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